Algunas veces cada uno de nosotros hemos olvidado de pagar una cierta cuenta o factura. En tal caso, generalmente, antes de recibir una solicitud de pago, también puede suceder de recibir una ejecución de los créditos. En Suiza la ejecución de los créditos puede tener consecuencias desagradables. Quien ha vivido ya el proceso de ejecución de créditos puede contar mucho al respeto.

En vía de principio, en Suiza a todos se les puede exigir la ejecución de los créditos. Eso significa que usted puede remitir tal procedimiento de ejecución a cualquier persona, hasta a una persona desconocida que no tiene deudas con usted. El presunto acreedor está obligado a presentar las pruebas de la ejecución de los créditos, solamente en una fase sucesiva del procedimiento. Este proceso, bastante extraño, puede proporcionar muchos apuros a la persona aquien se tienen que cobrar, quizás también ilegalmente, los créditos. Por lo general, la práctica de la ejecución de créditos es reconducida en el registro de las deudas y puede ser "eliminada" solamente después tres, o hasta cinco años.

En caso que sea usted a sufrir de cobros de créditos - o legal o ilegal -, ustedes tienen  la posibilidad de hacer oposición en 10 días. Eso suspende el proceso y les concede el tiempo para una tregua. Si quieres ganar tiempo, entonces es mejor que esperes a presentar tal objeción hasta el noveno día (atención al plazo).  A este punto el acreedor tiene que mostrar las pruebas (la cuenta, el contrato, la sentencia, etc) por la ejecución de créditos. En falta de pruebas, él tendrá que iniciar el proceso en conformidad con la legislación civil que, independientemente de la situación, puede durar años. El deudor, después de haber puesto a disposición las pruebas y al plazo del términe del análisis, tiene que reembolsar lo mas rápido posible la deudas. En presencia de argumentos adecuados, es posible ponerse de acuerdo para un pago parcial o un pago a plazos. Si estarás inscrito en el registro de las deudas, de la oficina de ejecución y quiebras, podrán haber dificultades, por ejemplo, al momento de la conclusión de un contrato de alquiler de un local o alquiler de mercancías, ya que la potencial persona que les alquilará les puede negar la estipulación del contrato o la erogación de un crédito haste que no ha procedido a la cancelación del registro de ejecuciones de sus deudas, y demostrado por lo tanto su solvencia económica.